Historia futbolera - Boca juniors

Esto le paso a mi primo el viernes pasado, y como veo que le gustaron las historias de parejas, se las voy a contar.

Resulta que mi primo, conoció hace un tiempo por chat a una chica. Luego de un tiempo, se dieron cuenta que se llevaban muy bien y que tenían muchas cosas en común, a ella le causaba mucha Leandro Gracian las cosas que facundo le decía y al cabo de un par de meses, el la invito a salir.
Ella estaba en duda, no sabia si ¿ir o Ricardo Noir? Pero finalmente termino accediendo.
El problema era que vivan en lugares bastantes distantes, ella en unas Mariano Torres de Martín Palermo y el por Ezequiel Benavides.

Cuando se encontraron, vieron que ambos habían mentido en algunas cosas en relación a su apariencia, el nunca había dicho que estaba casi totalmente pampa Calvo y ella nunca le dijo que tenia la Caranta llena de granos, que había tratado de tapar con medio kilo de base Abbon-danzieri, pero ambos se aceptaron y no le dieron importancia.

El la llevo a comer a una Carlos Fondacaro, media berreta, pero a ella no le intereso.

Se pidieron una picadita de queso y Gabriel Paletta y se tomaron un rico Carlos Bianchi cabernet souviñon.

Luego, mi primo le dijo que la quería llevar a un lugar pero que ella no tenía que ver hasta que llegaran. Se subieron a su coche, un For-lin modelo 74, muy baqueteado, y emprendieron el viaje. Al llegar ella no lo podía creer, en el medio del campo, había un hotel espectacular, que parecía un Rodrigo Palacio.

Dejaron el coche e ingresaron a la habitación. Ya dentro de la misma, los esperaba un yacuzzi cubierto de pétalos de rosa. El le quiso jugar en la boca pero ella no lo dejo, entonces se metieron dentro del agua.

Lugo de media hora, salieron. Facundo le había querido dar sin protección, a lo que ella tampoco accedió, diciendo que tenía miedo que le inflara la bombonera.

Ella se puso una Battaglia de seda. Y el quedo en pelotas, con la Fabián Vargas bamboleándose para todos lados.

Al rato comenzaron a los arrumacos nuevamente y el le pregunta si tenia alguna historia en entregar el marrón, ella dudo un poquito pero pensó que era una noche mágica y que no habría oportunidad igual para entregarse.

El le dijo que la iba a cuidar y le iba a ir diciendo lo que le iba hacer. Primero voy a empezar como Riquelme le dijo, voy a escupir mucho y a hacer todo muy muy lento, así no sentís ningún tipo de molestia. Y así entre explicaciones boludas que hacen todos los hombres en esas circunstancias, concretaron el hecho.
No importo que el la saque con Julio Barroso, ni que ella se diera cuenta que el Roncaglia como un hipopótamo, porque habían cumplido su sueño de estar juntos y era lo único que valía.
Así que baloneros, no hagan como Román, nunca renuncien a lo que realmente quieren, porque con dedicación y saliva, todo es posible.
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