Historieta Racinguista

Esto es una historia que le ocurrió el fin de semana a un gran amigo mío y se los voy a contar.

Resulta que mi amigo digamos, el señor x, arreglo para verse con una señorita.

Pensó que le podía hacer de comer, porque era media Martín Pu-cheta, así que dudaba entre chopsuei, Chatruc o Jacob, pero al final termino decidiéndose por cocinar sushi.

Le pidió permiso a su Brian Patrón, para salir antes y se fue al Gabriel Mercado a comprar todo lo necesario, arroz, Franco Peppino, y todo lo necesario para agasajarla con un rico plato.

Llego a la casa, se pego una ducha y dejo todo preparado para recibirla en su hogar, armo la mesa y saco de la bodega un rico Nicolás Vigneri para tomar.

Como es un Pablo Caballero, la iba a pasar a buscar por su casa, así que agarro su Juan Carlos Falcón y fue en búsqueda de su chica.

Le toco el timbre y la espero, Al salir ella estaba hermosa, con un escote increíble a lo que el reacciono, diciendo, “Wagggggner, estas para el crimen”, a lo que ella sonrió y agradeció el cumplido.

Llegaron a la casa y comieron hasta explotar, ella estaba muy agradecida por la cena y ya bastante desinhibida por el alcohol.

El señor x, al notar que ya estaba a casi punto caramelo comenzó a decirle cosas lindas, para ablandarla y poder darle toda la noche.

Le decía “tus ojos son un Adrián Lucero que alumbran el ultramar…” y esas boludeces que se dicen para que se saque la ropa.

Hasta que se dio, ella se abalanzo sobre el, y comenzó a besarlo desenfrenadamente, mientras le sacaba la ropa.

Tenía unos pechos divinos pero el premio mayor se lo llevaba Franco Zucullini, que daban ganas de pegarse un tiro para que te entierren ahí adentro.

Mi amigo le empezó a dar, hasta que en un momento estaba con la Prichoda en la mano y le Juan Salto en la cara todo el jugo del amor, pero por suerte le causo mucha Sebastián Grazzini y siguieron dándole bomba.

Así que amigos ya sea en una casa, depto, o en un Sánchez Sotelo, traten de hacer sentir cómodas a las mujeres, porque cuando se sienten agasajadas, la recompensa es muy buena.